Sobres papel manila

En un aislado hotel de montaña, un asesinato no planeado convierte a cuatro hombres en piezas de un macabro tablero de venganzas y traiciones mientras un desconocido mueve las fichas desde la sombra.

En un remoto hotel de montaña, cuatro hombres —Edgar, Wilson, Ramírez y Salazar— llegan con un plan preciso: robar las joyas de un pequeño museo local. Fácil entrada, mínima seguridad, desaparición limpia. Pero hay un invitado incómodo en el hotel: Palomares, un veterano criminal que les ha traicionado demasiadas veces. De hecho, Wilson sabe que fue Palomares quien mató a Clara, su pareja, y quiere venganza. Lo que debía ser un golpe quirúrgico se convierte en una carnicería cuando Wilson lo destroza a hachazos delante de todos. El robo pasa a un segundo plano: ahora la prioridad es ocultar un cadáver que empieza a convertirse en su propia maldición. Porque no están solos. Alguien los está mirando.

Empiezan a aparecer sobres de papel manila: fotos del crimen, nítidas, tomadas de noche, desde ángulos imposibles. Cada imagen es un mensaje: sabemos lo que hicisteis. Tras ellas está Bengoas, un anciano enfermo cuyo corazón late al ritmo de la venganza. Años atrás, su esposa Julia fue asesinada durante un robo a su casa, el mismo robo en el que Wilson perdió a Clara. Él cree que el culpable de todo fue Salazar. Su aliada es Patricia, su hija, que aquella noche juró venganza por la muerte de su madre. Cámara en mano, Patricia registró el ajuste de cuentas contra Palomares, y sus fotos ahora hacen temblar al grupo de criminales por las posibles consecuencias. Además, lejos de contentarse con meter miedo con las fotos, Bengoas ha contratado a Harrison Rey, un matón con deudas y pocas lealtades, para convertir la venganza en un arte macabro que usará el hotel como su escaparate: irá dejando los sobres en la oscuridad, exhumará el cadáver de Palomares para situarlo en la habitación de Salazar… Poco a poco, la confianza del grupo se va quebrando y los odios y rencores del pasado siguen aflorando.

La tensión hierve. Edgar intenta sostener el frágil equilibrio, Wilson se ahoga en whisky, Ramírez se repliega en un silencio tenso, y Salazar solo quiere escapar. Hasta que Rey cumple la última orden: secuestrar a Salazar y llevarlo ante Bengoas. El anciano acusa a Salazar, este lo niega y culpa a Palomares de la muerte de Julia. Bengoas vacila… y ordena el disparo. Pero en ese instante, Rey cambia las reglas: en lugar de matar a Salazar, vuela la cabeza de Bengoas. No por misericordia, sino por cálculo frío.

Rey ha hecho un pacto con Edgar. Edgar traicionaría a todos y le entregaría las joyas del robo, y Rey le entregaría las fotos. Riqueza a cambio de eliminar pruebas en su contra. Las rencillas del grupo se han consumado, y Rey se ha aprovechado. Sin embargo, cuando Edgar va a entregar las joyas a Rey, Wilson, quien no debería seguir vivo, aparece y mata a Edgar. En el siguiente forcejeo, Rey mata a Wilson y desaparece con las joyas. Liquida su deuda, se reinventa como investigador privado. Cree haber ganado.

Pero se olvidaban de alguien. Semanas después, un nuevo sobre de papel manila llega a su escritorio. Cuatro fotos le incriminan en el asesinato de Wilson. Patricia lo ha vuelto a hacer. El pasado, con su sonrisa afilada, vuelve a abrir la puerta.

DATOS RELEVANTES: Rodolfo Santullo es uruguayo, periodista, escritor, historietista y guionista de televisión y cine. Ha publicado sus obras en países como Argentina, Brasil, EE. UU., Reino Unido, Francia, Dinamarca, España, Alemania y China.

Sobres papel manila es un thriller coral que combina crimen, venganza y manipulación psicológica. Su estructura en capas, con revelaciones progresivas y giros inesperados, permite un desarrollo audiovisual con un tono oscuro cercano al noir contemporáneo. La historia, llena de tensión y ambigüedad moral, ofrece personajes complejos y un “juego de cazadores y presas” muy cinematográfico.

POTENCIAL AUDIOVISUAL: Serie TV, Miniserie, Film, TV Film.

IDIOMAS DISPONIBLES: Español.