Estoy muerto y sigo gritando

Dieciséis relatos que atraviesan todos los rincones del miedo en una antología donde cada historia supone una invitación a mirar de frente aquello que no debería existir… pero existe.

Una antología que abraza todas las caras del miedo y las mezcla en un recorrido hipnótico por lo desconocido: del terror rural al horror cósmico, de las leyendas ancestrales a la ciencia ficción más oscura, pasando por lo sobrenatural, lo psicológico y lo apocalíptico. Dieciséis relatos independientes que comparten una esencia común: la certeza de que el mal, la tragedia o lo inexplicable no solo existen, sino que están mucho más cerca de lo que creemos. Cada historia abre una puerta distinta: a veces a un pasado que no se quiere recordar, otras a un futuro que no se debería conocer.

La colección arranca con Deshuesadero, un relato de iniciación teñido de tragedia. En un pueblo aislado, un niño descubre que un cementerio de coches es también un cementerio de almas atrapadas, entre ellas la de su padre, incapaz de perdonarse. La muerte y Lucifer funciona como un inquietante diálogo final: cuando el último hombre muera, incluso las fuerzas eternas dejarán de tener sentido.

En Alex el Pirómano, la fascinación adolescente por lo paranormal se cruza con la culpa: un joven no acude a la llamada de auxilio de su amigo en un orfanato en ruinas, creyendo oír a un fantasma, para descubrir después que lo dejó morir. El silbido reescribe el mito de un demonio local, convertido en presa de un cazador que lleva generaciones persiguiéndolo y que revela que la leyenda es una trampa para atraer víctimas.

El terror psicológico alcanza su punto más retorcido en La luz de las luciérnagas, ambientado en un asilo psiquiátrico donde un paciente cree hallar un amigo, hasta descubrir que es una ilusión diseñada para destruir su mente y arrebatarle su herencia. La oscuridad en el espacio se sumerge en la soledad absoluta: un capitán despierta para encontrar que su nave lleva miles de años varada en un universo cada vez más oscuro, sin posibilidad de regresar.

Alucinaciones mezcla terror y memoria histórica: un hombre cree estar delirando tras perder su medicación, hasta descubrir que en realidad camina por Hiroshima después de la bomba. En Los vigilantes, un niño descubre que su pueblo es un laboratorio humano controlado por seres invisibles y que, décadas después, tal vez hayan decidido que la humanidad entera ha fracasado.

En El inmortal, la obsesión por la vida eterna se convierte en condena: un anillo protege de la muerte, pero no del dolor ni la podredumbre física, condenando al protagonista a una eternidad de sufrimiento. La señal ofrece un primer contacto extraterrestre que culmina en una advertencia definitiva: el Sol destruirá el sistema solar en 28 meses.

Destino es un puzzle temporal en el que dobles idénticos separados por 50 años repiten el mismo final trágico. No es una historia de terror desmonta el título con uno de los relatos más perturbadores: un psicópata decide que la única manera de conservar a su “amigo imaginario” es matarlo y guardarlo para siempre.

El juego de realidades paralelas se intensifica en Un evento extraño que ocurrió en una gasolinera, donde una familia y su hija pequeña parecen vivir dos desapariciones simultáneas desde dimensiones distintas. La reina de piedra plantea un pacto macabro con una estatua hambrienta de carne y sangre a cambio de breves momentos de lucidez para una esposa enferma.

El bosque de los mil brazos introduce un horror biotecnológico: un árbol hecho de carne humana y manos vivas que forma parte de un experimento para erradicar la muerte. Y la antología culmina con El Silver Gauss, una odisea marítima que termina en un apocalipsis sin precedentes: el apagón momentáneo de la gravedad invierte el mundo entero, dejando un planeta desolado en el que solo unos pocos han sobrevivido.

Una obra pensada para quienes buscan no un susto pasajero, sino esa inquietud profunda que se queda clavada y convierte cada relato en una pesadilla imposible de olvidar.

DATOS RELEVANTES: Estoy muerto y sigo gritando es una antología de historias de terror que representa la culminación de 10 años de trabajo duro y dedicación por parte de Emmanuel Morales y Kevin García, dos de los narradores más reconocidos del género en YouTube a través de su canal MundoCreepy.

Una antología que abarca un espectro amplísimo del género, desde el horror psicológico y sobrenatural hasta la ciencia ficción oscura y el apocalipsis, con incursiones en lo rural gótico, el thriller de supervivencia y el relato de leyenda urbana, pero todos los relatos unidos por atmósferas densas, giros imprevistos y finales que persiguen al lector mucho después de cerrar el libro. En lo audiovisual, su potencial es evidente como producto de terror, pudiendo constituir una serie con capítulos independientes o explorar la posibilidad de ampliar alguno de los relatos.

POTENCIAL AUDIOVISUAL: Serie TV, Miniserie, Film, TV Film.

IDIOMAS DISPONIBLES: Español.