Tres jóvenes privilegiados crean un club clandestino donde el consentimiento se escenifica, los cuerpos se mercantilizan y una generación sin futuro se vende a una idea perversa, dibujada de subversión, por la ilusión de sentirse viva.
Teresa, Margherita y Carlo crecen en un entorno de privilegio y perfección aparente. Jóvenes hermosos, cultos y admirados, comparten el mismo vacío: el de una vida sin propósito. Entre ellos surge una atracción inevitable, un amor prohibido y cambiante donde se mezclan deseo, dependencia y poder.
Son tres piezas de un mismo espejo: Teresa busca ser vista y amada sin condiciones; Margherita teme depender de alguien y convierte el control en su refugio; Carlo, marcado por la muerte de su padre, oscila entre la ironía y la necesidad de redención. Lo suyo no encaja en las normas: se aman, se hieren y se completan en un equilibrio tan intenso como frágil.
De esa unión nace una idea: crear un espacio propio, un juego elegante donde belleza, libertad y placer se confundan con arte. Sueñan con una comunidad selecta que viva la sexualidad sin culpa ni prejuicio, un círculo donde el deseo se celebre como forma de resistencia.
Margherita diseña la estructura: fiestas secretas para jóvenes bellos y sofisticados, donde la conexión se guía por reglas de exclusividad y estética. Para ello contará con Baby, bartender de confianza y encargada de desarrollar un cóctel especial —una mezcla refinada con una droga que relaja y desinhibe a quien la consume— que se convierte en el símbolo de ese nuevo modo de encuentro. No hay sometimiento, sino promesa de libertad: un intento de construir una élite emocional, sensual y secreta.
Para el trío, el proyecto se convierte en razón de ser. Teresa lo vive como una manera de pertenecer a Margherita; Carlo, como una vía para reencontrarse consigo mismo; y Margherita, como la posibilidad de materializar su ideal de amor absoluto. Lo que empezó como un juego íntimo se transforma en una utopía compartida. Baby, por su parte, materializa las ideas del trío y sostiene la maquinaria que ellos solamente podían imaginar.
Ludovica, una chica tímida e insegura, es elegida para inaugurar el sistema. Margherita la cautiva con atención y promesas de transformación. Ludovica cree entrar en un ritual artístico y liberador, convencida de que allí podrá reinventarse y encontrar su lugar. Hasta el punto de que ansía formar parte de la relación a tres entre Margherita, Carlo y Teresa. Su fragilidad atrae también a Luca, su amigo, quien observa con inquietud la cercanía del trío pero no puede evitar querer formar parte de todo ello.
Pero la noche clave se convierte en un fracaso. En el club, los hombres dudan, otras chicas entran en pánico y una termina mal por el cóctel adulterado. Entre las más afectadas está Federica, una chica trans, humillada por la transfobia de los clientes y acogida por Baby, mostrando la grieta ética que separa a quienes ejecutan el plan de quienes intentan reparar sus daños. El ambiente se rompe: llegan las ambulancias y predominan los silencios y las miradas esquivas. Lo que debía inaugurar una revolución termina siendo un aviso de que han cruzado una línea peligrosa.
Después, el vacío. Nadie llama. Nadie explica. Ludovica, que creía haber encontrado su lugar, descubre que era prescindible. Pasa de sentirse elegida a sentirse invisible. La soledad y el vacío la empujan a acabar con su vida. Su muerte activa a Luca, que confronta a Margherita, y revela hasta qué punto su influencia destructiva ha trascendido al propio trío.
A partir de ahí, las piezas se dispersan. Margherita se marcha a otro país. Carlo entra en rehabilitación. Teresa se queda atrapada entre la culpa y el silencio, preguntándose dónde empezó todo a romperse. La historia no deja héroes: sólo restos de una idea peligrosa, consecuencias irreparables y la certeza de que jugar a ser dioses siempre es peligroso. La sombra de los padres —la violencia doméstica en la familia de Margherita, la ambición política en la de Teresa y la tragedia que marcó a Carlo— termina revelándose como el sustrato emocional que empujó a los tres hacia el abismo que crearon.
DATOS RELEVANTES: Maria Beatrice Alonzi es licenciada en Humanidades y especialista en el comportamiento no verbal. También es conferenciante y ponente de la Universidad La Sapienza de Roma y autora superventas como divulgadora científica. Noi, parola di tre lettere es la novela debut, una obra intensa y provocadora que explora las zonas más oscuras de las relaciones humanas y la juventud a través de la historia de tres protagonistas veinteañeros.
La historia combina tres capas que el espectador contemporáneo reconoce: el amor juvenil, la estética aspiracional de la élite, la psicología del vacío y la violencia social disfrazada de sofisticación. Con un reparto coral de personajes complejos y atormentados, la novela funciona como una historia de amor complejo con tintes de thriller emocional y drama generacional, en el que el contraste entre amor, deseo y poder crea un tono inquietante, cercano a The Idol, Euphoria o The Talented Mr. Ripley. Aunque la trama de la novela se cierra, el final deja abierta la posibilidad de desarrollar posibles secuelas o spin-off.
POTENCIAL AUDIOVISUAL: Serie TV, Miniserie, Film, TV Film.
IDIOMAS DISPONIBLES: Italiano.

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