Los penitentes

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Un detective desencantado se enfrenta a una cadena de asesinatos rituales provocados por un asesino en serie con delirios bíblicos en una espiral llena de terror y fuerzas sobrenaturales.

 

Tras una infancia marcada por la violencia, los abusos y un intento de suicidio, un hombre experimenta una epifanía: una entidad oscura a la que llama Él le encomienda una misión sagrada y macabra: “segar” la vida de los falsos predicadores. Nace así “El Segador”, un asesino implacable. Armado con una cita del Apocalipsis como guía, inicia una cadena de asesinatos de sacerdotes, a quienes quema vivos en sus confesionarios.

En paralelo, conocemos a Prudencia, una bruja anciana dominada por el resentimiento y la crueldad. Desde niña mostró impulsos sádicos y, tras provocar la muerte de su propia familia, fue internada en un orfanato. Allí conoció a un niño deforme, al que años después adoptó y crio en el aislamiento, alimentándolo con carne cruda y sangre. El destino une a Prudencia y al Segador cuando este la sorprende robando hostias consagradas. Entonces, Él le ordena formar una alianza con la bruja y su hijo.

Juntos desatarán una ola de asesinatos brutales. La investigación recae en Javier Aguirre, un detective divorciado y amargado, que encuentra apoyo en Gloria, trabajadora de la residencia de ancianos El Buen Reposo —donde aparece una de las víctimas—, y en Baldo, un anciano testigo de un crimen en una iglesia. Sus enigmáticas pistas sobre “el hombre largo” y “la bruja” comienzan a dar forma a un rompecabezas aterrador.

El horror alcanza un nuevo nivel cuando el hijo de Prudencia, consumido por su hambre insaciable, ataca la residencia: asesina a Virtudes Hinojosa, la directora, y al propio Baldo. La persecución policial termina con Prudencia y su hijo abatidos a tiros, pero el Segador logra escapar.

Entra en escena Erik Miñambres, un joven agente que se enamora de Gloria. Su vínculo emocional los convierte en presa fácil: el Segador lo aprovecha para tenderles una trampa. La investigación se oscurece aún más con la aparición de Gregorio, dueño de un bar y asesino en serie de mujeres, a quien el Segador obliga a colaborar en sus rituales. Ese bar se convierte en escenario de secuestros y sacrificios.

El clímax revela el giro más perturbador: el Segador no es un extraño, sino el inspector Castro, de la policía judicial. Gloria es secuestrada y llevada a casa de Gregorio. Allí, bajo la influencia del Hostil, una entidad demoníaca que exige sacrificios humanos, Castro desata la confrontación final contra Aguirre y Erik. El Hostil se manifiesta como un torbellino de sombras y tentáculos que devora a sus siervos. Erik, gravemente herido, cae mientras Baldo, en forma espiritual, aparece para proteger a Gloria con un sacrificio último. El desenlace es devastador y la revelación final es una sacudida: el Hostil es contenido, pero tanto Aguirre como Erik eran ya espíritus, almas atrapadas en el mundo de los vivos por las cuentas pendientes de su pasado, que han encontrado redención. La novela concluye con Gloria como única superviviente humana, testigo del horror y de la batalla contra las fuerzas del mal.

 

DATOS RELEVANTES: J. E. Álamo es conocido principalmente por su obra literaria dedicada a la narrativa fantástica y de terror. Miembro de Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror, Álamo ha publicado en numerosas revistas dedicadas al género y es un colaborador habitual en medios y foros de Internet.

Los penitentes es una novela que combina magistralmente terror y thriller policiaco en torno a una serie de asesinatos rituales. Con una trama llena de tensión, suspense y violencia, y unos personajes potentes y escenas de gran fuerza visual, la historia tiene un alto potencial audiovisual como producto de terror.

 

POTENCIAL AUDIOVISUAL: Serie TV, Miniserie, Film, TV Film.

IDIOMAS DISPONIBLES: Español.

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